Margaret Hamilton, conocida por su papel icónico como la Malvada Bruja del Oeste en el clásico de 1939 «El Mago de Oz», tenía una personalidad sorprendente en la vida real.
La bruja del Mago de Oz era en realidad una preocupada maestra de escuela
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Plaza, árboles y una majestuosa fuente
En 1954, la Plaza Venezuela de Caracas, además de lucir el verdor de la naturaleza, exhibía una majestuosa fuente.
La fuente era todo un espectáculo. Como la misma debía hacerle eco a su nombr: Venezuela, se contrató al escultor catalán Ernesto Maragall, en 1948, para que hiciera tal obra de arte.
La Dama Antañona
Alfredo Raffalli via twtter tuvo la amabilidad de identificar a las personas de esta fotografía: «La foto original quedó en manos (como muchas otras) de Caremis y quién sabe qué destino tuvo…, nunca la devolvió. Una copia reposa en casa de mi madre, Leonor Arismendi de Raffalli, y ahora gracias a ustedes puedo disfrutarla después de casi tres años lejos de ellas. De derecha a izquierda : Dr. Pedro Arismendi Lairet (mi abuelo), Mercedes Ayala Lairet (mi abuela) seguida de sus hermanas Luisa Cristina (Titía), Clorinda (Pichita) y María, en uno de sus paseos en la Plaza Bolívar de Caracas»
Pulpo a la caraqueña
En la fotografía aérea se aprecia, aún en construcción, la Gran Autopista que conecta el centro comercial y político de la capital con las periferias o nuevas urbanizaciones en plena expansión. Por su forma curvas y canales o distribuidores viales se dio por llamarlo EL Pulpo
Un Club muy selecto
1959. Club Hípico de Caracas, a 5 kilómetros del centro capitalino. Dotado con pista de equitación, 120 establos, 4 canchas de tenis, piscina y 10 hectáreas de terrenos, sólo para 400 socios. La cuota de ingreso en 1940, año de su fundación era de $800,para 1959 ascendía a $1.600
Gasolina a precios internacionales en Caracas
Durante los primeros años del automóvil el combustible se compraba en latas de un galón en pulperías
Fidel Castro siempre vio a Venezuela como un botín
Fidel Castro siempre pensó en Venezuela más que como un trofeo, como un jugoso botín. En 1959 visitó Caracas para pedirle a Rómulo Betancourt la bicoca de 300 millones de dólares para molestar a EE UU. El entonces presidente de Venezuela le negó el préstamo. En la gráfica tomada en Caracas, Fidel Castro, con cara de mosquita muerta, Rómulo Betancourt , con cara de incrédulo, y Carlos Canache Mata, con gesto de sorpresa.
El Auge del caraqueño
Peor el Remedio que la Enfermedad
Cuando las farmacias vendían medicinas
Parejas de Novela
Animadores y Locutores
Miren el pajárito
Una estrecha pero muy bien vestida calle
FotoGalería 